domingo, 18 de enero de 2015

Igualdad en la música clásica; he ahí la cuestión

Un saludo a todos y disculpen el retardo, soy yo otra vez, el que ha estado escribiendo todo este 2014. Hoy os traigo el último artículo de mi compañero Alejandro Hernández, una interesante reflexión acerca de la igualdad real a la hora de escoger un instrumento en cualquier banda u orquesta sinfónica. Espero que sea de vuestro agrado, y con estas palabras me despido de vosotros hasta dentro de muy poco. Aquí va:

Llevo ya bastante tiempo observando el entorno (como no podía ser de otra manera en una persona tan curiosa como yo) y reflexionando sobre algunos aspectos de la música sinfónica. Bueno, la música clásica. Bien es cierto que podría estar diciendo mis opiniones e inquietudes (probablemente desproporcionadas y sin sentido alguno para los verdaderos maestros), pero quiero mostrar una de ellas. Puede ser que sea una inquietud universal, y que, de hecho, no sea inquietud sino una obviedad.

Creo conveniente e interesante este esquema de la colocación de una orquesta

El otro día mientras veía el tan esperado Concierto de Año Nuevo por la tan apreciada Filarmónica de Viena (concierto aburridísimo todo hay que decirlo) no paraba de hacerme preguntas. Vi a muchas mujeres en el escenario, lo cual fue motivo de sorpresa: nunca antes, yo por lo menos, había visto tantas mujeres en la Musikverain el 1 de enero (exceptuando a las arpistas). Pues bien, mi inquietud a la par que cuestión es... ¿está idealizada la música? ¿creéis que hay instrumentos que le vienen mejor la imagen femenina que masculina? 

Siempre pensamos de una manera casi sensual la idea de una flautista, oboísta, clarinetista... o violas y chelos; podríamos decir que idealizamos esa imagen: con un cuello precioso que se deja ver mientras toca su instrumento, largo pelo con tacto sedoso, dulce voz, pero... ¿deberían repartirse mejor los puestos? ¿Hay verdaderas jerarquías en las orquestas? ¿Tienen preferencia los hombres ante las mujeres? Y por último... ¿de dónde nos vienen todos esos ideales?
Lo cierto es que ni yo me sé responder a esas preguntas. Al menos ahora. Soy muy joven. Me queda mucho que descubrir, que pensar y, sobre todo, que escribir.

Sí... entono el mea culpa... lo siento. Yo pienso (o mejor dicho, pensaba) que tiene que existir una diferenciación. Esto es, la cuerda frotada para los hombres y parte de los vientos para las mujeres. Pero todo eso eran pensamientos insensatos que tuve en el pasado... visto lo visto, tanto mujeres como hombres, pueden tener el mismo grado de profesionalidad y la misma pasión. Pueden demostrar la misma valía en el escenario y compartir atril (de hecho yo mismo comparto felizmente atril con una mujer). Igualdad en las orquestas y demás formaciones. ¿Por qué no?
Plano del Concierto de Año Nuevo en el Musikverain, dirigió Zubin Mehta

Lancen sus comentarios o reflexiones, ya saben donde me pueden encontrar Twitter @ALEX_HA17

Ya os adelanto que el siguiente artículo será un comentario-crítica sobre el concierto de este año

Aquí os dejamos las recomendaciones de Alejandro para este mes:

-En primer lugar la Danza Macabra del compositor francés Camille Saint-Saëns  con animaciones incluidas  (CLICK AQUÍ)

-Proseguimos con la preciosa obra Scherezade de Rimsky- Korsakov, basada en la novela Las mil y una noches, una recopilación de cuentos del Oriente Medio, cultura muy presente en la Rusia de Korsakov. (CLICK AQUÍ)

-Por último, y no menos importante, os dejamos la Sonata en Re menor de Giusseppe Tartini de la pieza El trino del diablo, que el compositor escribió tras tener un sueño en el cual el diablo le pedía ser su sirviente y pasaba esto que el propio autor explicaba en un libro del escritor Lalande:
"Una noche, en el año 1713 soñé que había hecho un pacto con el diablo a cambio de mi alma. Todo salió como yo deseaba: mi nuevo sirviente anticipó todos mis deseos. Entre otras cosas, le di mi violín para ver si podía tocar. ¡Cuán grande fue mi asombro al oír una sonata tan maravillosa y tan hermosa, interpretada con tanto arte e inteligencia, como nunca había pensado ni en mis más intrépidos sueños! Me sentí extasiado, transportado, encantado: mi respiración falló, y desperté. Inmediatamente tomé mi violín con el fin de retener, al menos una parte, la impresión de mi sueño. ¡En vano! La música que yo en ese momento compuse es sin duda la mejor que he escrito, y todavía la llamo el "Trino del Diablo", pero la diferencia entre ella y aquella que me conmovió es tan grande que habría destruido mi instrumento y habría dicho adiós a la música para siempre si hubiera tenido que vivir sin el goce que me ofrece".(CLICK AQUÍ PARA ESCUCHARLA)

Sin duda, una recopilación excelente de temas clásicos que, personalmente me han puesto la piel de gallina. Felicitar a mi compañero Alejandro por su trabajo y desearle a él y a todos vosotros un feliz año, y mucha suerte en todos sus proyectos; la necesitaremos.
Un gran saludo a todos y a todas.




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