sábado, 12 de julio de 2014

Entrevistamos a Fernando Navarro (1a PARTE)

Hoy entrevistamos al polifacético Fernando Navarro, escritor, articulista, colaborador en diversos programas de radio y profesor de ética de las organizaciones en diversas universidades.
 Ha publicado 5 libros de marketing, ética y responsabilidad social empresarial y sobre nazismo (dirige la colección “Flores del Mal” de la editorial Sepha). Os adjunto una entrevista radiofónica que le hizo Luis del Pino en EsRadio por su último libro AQUÍ. Va a constar de dos partes; la primera, va a ser la parte en la que hablamos de la ética y nos saca su lado más reflexivo, y la segunda en la que vamos a hablar sobre los nazis, que tanto ha estudiado, y le pedimos que se moje en algunos de los temas de actualidad y sociedad ;D


PARTE 1: LA ÉTICA

¿Qué es para ti la ética y qué valores o principios antepones?
 Es muy difícil definir ética en pocas palabras, pero etimológicamente deriva del griego (“ethós”) y significa “costumbre” o “modo de ser”. Los romanos –que copiaron casi todo lo de los griegos- llamaron a esa misma “costumbre” moral (del latín “mos/mores”).
 Hay que desdramatizar el sentido de la palabra ética: al fin y al cabo es la forma en la que un hombre o una sociedad se comportan. Ahora bien, cualquiera puede entender que no tuvieron las mismas “costumbres” Hitler y Gandhi (aunque fueron contemporáneos). Hay costumbres o hábitos buenos y otros malos o malísimos. A los hábitos buenos los llamamos “virtudes” y a los malos, “vicios”. Durante miles de años la ética se ha ocupado de distinguir unos de otros, dando razones para valorar unas acciones de buenas y otras de malas. La gran novedad de la ética estriba en que permite “forjar” el carácter. O sea, puedo propender por naturaleza (lo que llamamos temperamento) a ser tímido, violento, parlanchín o fondón pero a través de la repetición de ciertas pautas consideraras virtuosas, puedo cambiar mi temperamento para convertirme en una persona extrovertida, pacifica, comedida o atlética. Por eso los griegos la llamaban “segunda naturaleza”: la primera es la que no es dada al nacer; la segunda es la que construimos con la ayuda de la ética (Hitler no nació asesino, sino que construyó poco a poco su hedionda segunda naturaleza)
 La historia demuestra que ciertas acciones (virtuosas) producen un mayor desarrollo y felicidad para la mayoría de gente. Esas son, al cabo, las grandes virtudes éticas. En 1948 fueron sintetizadas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

¿Qué valores hacen a una empresa crecer y mejorar económicamente?
 Los grandes valores de siempre, la mayoría de los cuales ya fueron tratados por los clásicos (Aristóteles a la cabeza): Justicia, valor, honestidad, … Escribe Fernando Savater que la ética habla siempre de viejos valores (a diferencia de la “estética” que busca lo novedoso). No importa lo viejos que sean si son buenos y hasta la fecha nunca se han respetado totalmente. Sería suficiente con respetar los viejos valores. Hoy en día la ética de la empresa – (también llamada Responsabilidad Social de Empresa o Corporativa) debe prestar especial atención a tres grandes bloques de derechos:
-         Los Derechos Humanos
-         Los Derechos socio laborales
-         Los Derechos medio ambientales

¿Qué referentes tienes para forjar tus criterios y valores morales?
 Los referentes de cualquiera de nosotros son la época y sociedad en la que vivimos. Si hubiéramos nacido en la Alemania de 1900 nuestra percepción del racismo sería muy distinta a la que felizmente tenemos hoy. Nacer hoy en Arabia saudí supone muy probablemente tener una concepción de la mujer como ciudadana de segunda categoría.
 Además de la sociedad y época, mis referentes han sido mi familia y mi abuelo, que me transmitió grandes valores como el trabajo y el respeto.
 Después de la familia, he ido “forjando mi carácter” leyendo mucho y, sobre todo, variado. Durante años me limité a lecturas que reforzaban mis ideas. Al poco me di cuenta de que eso limitaba mi capacidad de juicio; de llegar a tener criterio propio; por encima de las dichosas etiquetas que tanto nos gustan.
 Por último, haber vivido durante más de un año en un país en guerra como Angola, me mostró la verdadera cara de los conflictos bélicos civiles. Nunca son todos buenos o malos. Todo es gris de humo y rojo de sangre.

Una duda que más de una vez me he planteado y estoy seguro de que muchas más personas también; ¿crees que es más feliz el sabio o el ignorante?
 Todos somos ignorantes en mayor o menor medida. Desconfío enormemente de la palabra “sabio”. Hay quien dice que la felicidad es la ausencia de dolor y el ignorante es ajeno a muchos dolores. Yo no comparto esa tesis opiácea, pues en ese caso una piedra debería ser el ejemplo máximo de gozo y debe de ser aburridísimo ser granito o mármol. Probablemente la ignorancia absoluta sea un buen sedante para el dolor (el olvido es un mecanismo de defensa de ciertos traumas), pero creo que debemos afrontar la vida de frente, sabiendo al menos el tipo de bestia que te va a triturar.

¿Ves éticamente correcto un desahucio?
 No hay una respuesta absoluta para esa pregunta si no se matiza, entre otras cosas porque permite la contraria. ¿Es éticamente correcto que un trabajador que ha invertido los ahorros de su vida en comprar una segunda residencia, no pueda cobrar su alquiler porque el inquilino no puede pagar o simplemente se niega a hacerlo? Habría antes que preguntarse: ¿El desahucio de quien y en qué circunstancias? Sin duda, hay casos inadmisibles de desahucio publicados en la prensa en donde un banco depredador exprime a una pobre familia; pero también hay otros en los que un caradura simplemente se niega a pagar.

Has estado hace unos años en Angola trabajando en una ONG. ¿Qué vulneraciones éticas y de los DDHH se producen allí principalmente?¿ afecta mucho la crisis a las ONG, que luchan por evitar precisamente el incumplimiento de DDHH y prácticas contrarias a la razón y a la ética?
 Las guerras en sí mismas son el fracaso más absoluto de los Derechos Humanos. Ninguno de ellos se respeta durante las guerras y por ello en los años veinte se inventó el llamado Derecho Internacional Humanitario (más conocido como Convenciones de Ginebra y recientemente Corte Penal Internacional) y el Derecho de la Guerra que básicamente lo que regula es como pueden matarse los soldados al entrar en combate: con balas normales si puedo matarte, pero con balas dum-dum o minas anti-persona, no puedo.
Sí, la crisis afecta a las ONG del mismo modo que nos afecta a todos. las ONG no son "islas" y dependen de unos fondos - públicos y privados- que cada vez se van recortando más. Sin embargo, la sociedad está cada vez más concienciada de que el sufrimiento de otros es también un problema nuestro, como seres humanos que somos.

1 comentario:

  1. Una entrevista muy interesante y muy actual, teniendo en cuenta lo que está sucediendo con los refugiados. Me gustaría saber tu opinión al respecto. Gracias y saludos.

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