1.
¿Cómo empieza tu pasión por la literatura, el
escribir y el montar una compañía de teatro con tan solo 14 años?
A la
pasión literaria sólo se
llega por el camino de la lectura. En todo proyecto de
escritor se da una mente quijotesca, que se envenena y florece gracias a los
textos y quelo lleva al intento narrativo, poético, dramatúrgico, etc… Para ese paso tan sólo se precisa un detonante, en mi caso fue una libreta muy especial que me regalaron a los diez años. Desde entonces no he dejado de escribir mal.
Lo del
teatro nació gracias al profesorado donde cursé mis primeros estudios —el
colegio Cervantes de Madrid— donde aún resistían, camuflados, muchos maestros y
maestras republicanas. El teatro formaba parte indispensable de las actividades
desde que ponías un pie dentro de aquel fortín pese a no disponer de otro
escenario que no fuera el gimnasio. A los 11 años decidí unificar a alumnos de
todos los cursos para poner en marcha un proyecto más serio y los metí en el
lío de representar el “Auto de los Reyes Magos”, un texto del siglo XII rimado
en castellano antiguo; y evitar las puestas en escena cutres a las que
estábamos acostumbrándonos. Como imaginar que nunca más en mi vida podría
bajarme de un escenario o de buscar un personaje en el interior de un
intérprete.
A los
14 años, por muchos cambios en mi vida, me encontré con un escenario
semiprofesional que no utilizaba nadie. El caramelo que siempre había deseado,
el detonante hacia la producción teatral y hacia la formación de mi primera y
única compañía de teatro con la que trabajé durante cuatro años seguidos.
2.
Cuando
todavía no eras mayor de edad, estudias en un internado militar de Cantabria.
¿Cómo es la vida en un internado militar?
Yo
puedo hablar sobre cómo fue mi vida y cómo fue esa vida en una época donde se
demostró que la oscuridad y la cerrazón del caserón español tenían un único
destino en lo universal, venirse abajo. La jungla que nació de los escombros
fue la de mi generación. Lo único que aprendimos de la parte castrense de aquel
lugar, por pura psicología inversa, fue a permanecer unidos pasase lo que
pasase y a organizarnos contra el autoritarismo. Por otro lado, volví a tener
la enorme fortuna de encontrarme entre aquellos pabellones con un profesorado
civil con sangre y métodos renovados. Aún sigo siendo amigo, tras muchísimos
años, de la parte de aquel profesorado que sigue viva y que me apoyó en todo
momento.
3.
Allí someten al alumnado a duras restricciones y
reglas. Tú logras cerrar el centro y poner en jaque a los militares que lo
dirigían. ¿Cómo se produce esta situación?
Toda
regla o ley es restrictiva, lo que la lleva a ser más o menos dura es su
“anacronía” y lo que pretende restringir. En este tipo de establecimientos se
pretende siempre poner puertas al campo y de ahí que nunca cumplan con su
finalidad educativa. El choque de trenes se produjo motivado por las nuevas
ideas que emanaban de la realidad social, en contraposición a la ideología
fascista de la mayoría de aquellos mandos militares que intentaban resistir a
los cambios naturales, generacionales e ideológicos. Los alumnos logramos
muchas mejoras con la llegada de un coronel, de mentalidad progresista, que nos
permitió organizarnos en comités para, al
mismo tiempo, organizar la vida interna: un modelo de convivencia
alternativo que funcionó hasta que se incorporó un nuevo mando cuyo afán por
ejercer el poder dio al traste con todas las expectativas.
Pese a
que, a priori —tras un encierro multitudinario y una huelga de hambre de los
internos—, creyó haber vencido al expulsarme por idear la estrategia de la
protesta; a posteriori, vio cómo nuestra estratagema daba resultado, la noticia
llegaba a la prensa nacional, se producía un escándalo y los padres tomaban la
decisión de no volver a enviar a sus hijos al centro. Sin alumnos la
continuidad de semejante institución perdía su lógica y, al curso siguiente,
cerraba sus puertas.
4.
Desde
pequeño ganando premios. ¿Cuál es el premio por el que te sientes más
orgulloso?
El que
más me llena de orgullo no es un premio en sí. Cuando seleccionaron un
cortometraje que había dirigido titulado “Matadero” para “La semana de la
prensa” en el Festival de Cannes, no daba crédito.
Recientemente,
hemos tenido también una gran alegría en nuestra productora al ganar el Goya a
la mejor película documental 2014 por “Maestras de la República ”, película en
la que colaboramos aportando personal y material técnico.
5.
¿Cómo te
lanzas a escribir y dirigir cortometrajes con tan sólo 20 años?
La
decisión la tomé antes. Al ser expulsado del internado quise contar la historia
de lo ocurrido y el vehículo del teatro me lo impedía. Eso me llevó a estudiar
cine y, cuando me pico el bicho, ya no lo pude dejar.
Os mandamos un saludo a todos los lectores, y esperamos que os esté gustando. El blogger de las injusticias y Manuel F. Torres.
Enhorabuena LJMI !! Una entrevista muy interesante e instructiva, gente joven, nueva savia es lo que hace falta para muestro futuro.
ResponderEliminarSolo le falta una mayor claridad enrre las preguntas y las respuestas, pero en general muy Bien!!! Sigue así
Muchísimas gracias compañera/o, me alegro que te haya gustado, procuro ofrecer contenido de calidad, hoy subiré la segunda parte. Siento lo de las preguntas, ya que es mi primera entrevista.
ResponderEliminarMuy divertida esta parte de la entrevista justiciero!!!jajajaja vale la pena leerla
ResponderEliminarGracias, me alegro de que te guste:)
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